Esta tarde me encontré escribiendo a un amigo que, en este momento, no está muy bien, y pensé que mi respuesta podría ser una buena entrada de blog para las personas en una situación similar, sobre la Mente, el Cuerpo y la Energía. Si ayuda aunque sea a una persona a superar alguna forma de malestar en el cuerpo, seré una persona muy feliz.
En la Medicina de la Energía Qigong y la Medicina Tradicional China, se cree que toda enfermedad en el cuerpo comienza en el campo de energía de una persona. Esa energía proviene de nuestro entorno inmediato (personas, lugares, pensamientos, acciones), pero, como todos estamos interconectados con todo en el Universo, también está influenciada por las energías de eventos mundiales que no necesariamente nos afectan en nuestras circunstancias inmediatas, pero que de todas formas nos afectan.
Las influencias más importantes en nosotros son nuestros pensamientos (relacionados con lo que está sucediendo en nuestras vidas) y la energía que producen. Dado que esto ahora está probado por investigaciones científicas basadas en placebos, sigue que, así como nuestros pensamientos pueden dañar nuestra salud, también pueden restaurarla.
Un poco sobre mí
No sé cuánto sabe el lector sobre mí, pero además de la Psicología, estudié Naturopatía y luego Reiki, lo que me llevó a la medicina de la energía Qigong. No estoy en contra de la medicina alopática, pero sí creo en la Medicina Integrativa, es decir, Mente-Cuerpo-Energía y cómo la interrelación entre ellos produce buena y mala salud. Como dato de interés, hace unas semanas vi dos charlas TED interesantes donde dos médicos alopáticos diferentes finalmente estaban llevando mis creencias de mucho tiempo a las prácticas alopáticas convencionales.
Uno de los conceptos interesantes que uno de los médicos mencionó fue que: “Toda nuestra vida, todos oscilamos entre la salud y la enfermedad, pero no le damos a nuestros cuerpos la oportunidad de sanar naturalmente porque buscamos intervención médica en algún punto intermedio. O esperamos demasiado, confiando en la intervención médica”. Cuando relaciono esta oscilación con la energía y las cosas que suceden en nuestras vidas, tiene mucho sentido para mí porque la energía es como la marea, viene y va en subidas y bajadas. (¡Incluso rima! :-D)
Mi punto es que la vida tiene altibajos, por lo que nuestras mentes también tienen altibajos, lo que significa que nuestra energía sigue el mismo formato.
Esto me lleva a mi rodilla como un ejemplo perfecto. En la Medicina de la Energía, la rodilla representa el movimiento y nuestra capacidad para estar de pie, afirmarnos, caminar, correr. Meditando sobre ello, me doy cuenta ahora de que era obvio que mi rodilla se desplazaría. Debería haberlo visto venir. Soy plenamente consciente de que fue desencadenado por:
Bloqueos de Mente, Cuerpo y Energía – Desencadenantes
a) La convulsión en mi vida que me desarraigó cuando de repente tuve a mi padre de vuelta en mi vida después de casi 40 años de alejamiento.
b) Mi miedo a tener que desarraigarme de nuevo.
c) El miedo a dejar todo lo que he construido hasta ahora y tener que comenzar mi vida de nuevo.
Una vez que reconocí, acepté y me enfrenté a la raíz de los problemas en mi vida, a las decisiones que enfrento ahora y a todos mis miedos de frente, pude analizar todo críticamente y cambiar mi mentalidad. Ahora que lo he hecho, he cambiado la polaridad de energía de negativa a positiva, lo que ha despejado mi mente y me ha infundido un nuevo sentido de: “Bien, esto es lo que voy a hacer”. De hecho, me he propuesto un nuevo desafío, con nuevos objetivos, que también me ha dado un renovado sentido de propósito y una infusión de nueva fuerza vital (voluntad, determinación, interés, asombro y demás).
Estos son todos componentes esenciales, en mi opinión, para seguir viviendo cada día con algo que esperar; algo por lo que levantarse con entusiasmo y no postergar, lo cual hice mucho durante mi ciclo de depresión de 10 años.
Siento que estoy tratando de ponerme al día por eso, pero me perdono a mí mismo. Necesitaba tiempo para sanar y aprender. Si no hubiera pasado por lo que he pasado, no estaría donde estoy ahora ni volvería a ser quien realmente soy, y no la persona que ya no reconocía en el espejo, si es que alguna vez me molestaba en mirar en un espejo, porque eso también es algo.
Por simbólico que parezca, cuando llegamos a un punto en el que detestamos lo que hemos llegado a ser (por las razones tristes que sean), evitamos incluso mirarnos a nosotros mismos con vergüenza, culpa, arrepentimiento, etc., porque es doloroso enfrentarlo todo. Pero a menos que lo hagamos, no podemos perdonarnos compasivamente y reconstruir. Nunca lo he visto suceder, pero dicen que un fénix nace de las cenizas. Entonces, a veces todo tiene que ser destruido para que podamos comenzar a reconstruir más grande y más hermoso que antes.
Una mente fuerte = un cuerpo sano.
Así que, de todos modos, cuanto más fuerte y determinada se vuelve mi mente, más feliz me siento y mi rodilla ha empezado a mejorar por sí sola. De hecho, hoy puedo subir las escaleras prácticamente sin ayuda. No tomé los medicamentos convencionales que los médicos recetaron, pero sí tomé alternativas naturales. Pero, el factor de curación más grande ha sido encontrar soluciones de compromiso, en esta nueva mentalidad, a lo que “el deber” dicta que “debería hacer” y a lo que estaría feliz sin abandonar completamente la vida que construí durante los últimos casi 40 años de ausencia de mi padre en ella.
Nada en la vida es un accidente ni una coincidencia. Siempre hay algún tipo de plan divino involucrado. Pero… creo que todo, y quiero decir todo lo que sucede en la vida, sucede porque estamos destinados a aprender una lección y pagar nuestras deudas kármicas por cada vez que hemos causado sufrimiento a través de nuestro discurso y acciones. Si es cierto que todos estamos en el camino hacia la iluminación o de regreso a Dios o al Ser Espiritual más Elevado que podemos ser, no llegaremos allí si todo es un mar en calma y nunca aprendemos nada.
